" Si
estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que lees de esta
letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras
cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de
pasar estos momentos? ¿O te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito
y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿Lees todo lo que dicen que leas?
¿Piensas todo lo que dicen que pienses? ¿Compras todo lo que dicen que
necesitas? Sal de tu apartamento. Busca a alguien con quien pasar toda tu vida.
Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar.
Demuestra que estás vivo. Si no revindicas tu humanidad te convertirás en una
estadística. Estás avisado. "
Tyler Durden
Año 1999
Producción Art Linson, Ceán Chaffin, Ross Grayson Bell.
Guión Jim Uhls
Dirección David Fincher
Música John King
Dirección artística Chris Gorak
Intérpretes Brad Pitt,
Edward Norton, Helena Bonham Carter, Jared Leto, Meat Loaf
El club de la lucha es un llamamiento a la rebeldía y al nihilismo
personal como un primer paso para alcanzar un equilibrio definitivo.
Fincher describe al narrador como un hombre común que trata de hacer todo lo que le enseñaron a hacer, que busca encajar en el mundo convirtiéndose en lo que no es. El narrador no puede encontrar la felicidad, así que recorre el sendero de la iluminación para deshacerse de todas las ataduras de la moralidad y la humanidad. Esta necesidad le llevará por un camino de liberación de sus padres, su Dios y su maestro. Al principio de la película, ha matado a sus padres. Con Tyler mata a su Dios renegando de él. Para completar el proceso, el narrador tiene que matar a su maestro, Tyler Durden.
A través de este camino metafórico que desarrolla el personaje, se guía también al espectador hacia la reflexión de temas concurridos y polémicos como la madurez, la libertad, la moralidad, la lealtad, el capitalismo. Es una crítica contra la sociedad
"En el
mundo que imagino se cazarán alces en los bosques húmedos de los cañones que
rodearán las ruinas del "Rockefeller Center". Se llevarán ropas de
cuero que durarán toda la vida. Se trepará por lianas tan gruesas como mi
muñeca que envolverán la torre "Sears". Y cuando se mire hacia abajo,
se verán pequeñas figuras humanas machacando maíz y secando tiras de carne de
venado en el asfalto de alguna gigantesca autopista abandonada."
"La
publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para
comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia,
desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una
depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es
nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día
seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos
y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados."
Tras las cámaras
El club de la lucha se filmó en formato Super 35, que le confirió
la máxima flexibilidad para las composiciones de las escenas. El director
contrató a Jeff Cronenweth, con quien había trabajado anteriormente. Fincher
exploró diversos estilos visuales en Se7en
y The Game, por lo que él y
Cronenweth trazaros elementos de ambas para Fight
Club.
Uno de los primeros aspectos
formales que se aprecian en la cinta es la apariencia de un voice-over que contextualiza todo lo que
ocurre en su desarrollo, consiguiendo que el espectador se introduzca en la
mente del personaje, comprendiendo cómo funciona, y el efecto que tiene la
filosofía de Tyler en ella.
El estilo de la cinta es ‘chillón’, haciendo que los personajes
brillasen. Las escenas en que aparece el narrador sin Tyler son de tono más
realista. Aquellas que son con Tyler son, según Fincher ‘más hiperrealistas en
un sentido deconstruido, una metáfora visual de a dónde va el narrador’.
Fincher y Cronenweth tomaron
aspectos de American Graffiti,
retratando del mismo modo los exteriores
nocturnos de forma mundana mientras, a la vez, incluye una gran variedad de
colores. Helena Bonham Carter usó maquillaje opalescente para dar una visión
nihilista y romántica.
La película se rodó
mayoritariamente de noche, y las escenas de día son en lugares con sombra. El
equipo preparó el sótano del bar con luz de trabajo, para crear brillo en los
fondos. Fincher evitó usar técnicas complejas de trabajo de cámara para las
primeras escenas de lucha en el sótano, y en su lugar optó por la cámara fija.
Sin embargo, en escenas posteriores de lucha, Fincher movía la cámara desde el punto de vista de un
espectador lejano hacia el del propio luchador.
Las escenas con Tyler se
escenificaron para ocultar que el personaje es una proyección mental del
narrador. El personaje no se filmó junto al narrador con otra gente, ni se le
muestra por encima del hombro en las escenas donde Tyler le da al narrador
ideas específicas para manipularle. Además, en las escenas anteriores a que el
narrador conozca a Tyler, éste aparece desenfocado en algunas tomas en
solitario para crear un efecto
subliminal, ya que se está creando en la propia mente del protagonista, y
sólo existe en la periferia de la consciencia del narrador.
Aunque en un principio se trató
la película de cine Kodak con normalidad, se usaron varias otras técnicas para cambiar su apariencia. Se
usó el flashing en la mayor parte de las imágenes tomadas de noche, se
estrechó el contraste para afearlo a propósito, las letras escritas se
ajustaron para parecer estar poco expuestas, y se usó una técnica para
incrementar la densidad del negro en la película, entre otras.
En la película también se
observan gran cantidad de tomas en las cuales el director, de manera
voluntaria, incluye pequeñas escenas
que en un principio pueden parecer un error, pero en realidad son puestras a
propósito. Estos ‘errores’ concuerdan con la línea discursiva de la película:
la ruptura del sistema tradicional y la proposición de un panorama auténtico y
único.
Algunas de estas tomas que se
pueden apreciar son protagonizadas por el personaje de Tyler Durden, que
aparece una serie de veces cuando aún no ha sido presentado. Son pequeños
fotogramas en los cuales se ve al personaje ridiculizando la escena casi
imperceptiblemente.
Otra toma que es un guiño a la
verdadera coherencia de la trama da lugar en la cabina cuando el narrador llama
a Tyler, y éste le devuelve la llamada. En ese momento, la cámara hace zoom a
las palabras de la cabina en las que dice que ese teléfono no acepta llamadas
entrantes.
También existe un peculiar
mensaje de advertencia al inicio de la película que se convierte en el primer
discurso de Tyler Durden en el film.
Una escena que también tiene
detalles destacables es cuando el narrador le pide a Marla que se vaya de la
ciudad. Detrás de ella hay una valla publicitaria en la que se anuncia Siete años en el Tíbet (de Brad Pitt).
También hay carteles de Las alas de la
paloma (Helena Bonham Carter) y The
People vs. Larry Flynt (Edward Norton), los papeles que les valieron la
consideración y atención de David Fincher a ambos actores.
La ‘escena pornográfica’ es una de las
más conocidas de la película. Tras haber presenciado la explicación de Tyler de
su afición por introducir fotogramas pornográficos en las películas que
proyecta, con el fin de generar una incomodidad inconsciente dentro del
espectador, este mismo hecho ocurre al final de la película. En el desarrollo
del final de la última escena, la imagen vibra y por una fracción de segundo se
muestra la imagen de un pene en toda la pantalla.
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